Por Marianne Madrid
Natura Artis Magistra: “la naturaleza es la maestra de las artes”. En ella nos inspiramos y con ella creamos; dejarla entrar a nuestros espacios mediante arreglos florales no solo representa un toque visual placentero, también causa gran impacto en la percepción de nuestros espacios y ayuda a destacar objetos de colección, rincones inesperados, escalas, detalles particulares del lugar, complementa o contrasta el estilo del interior.
El escenario perfecto para el diseño floral
Lo primero que debes considerar antes de crear un arreglo es el lugar donde se colocará. Recorre tu espacio y escucha sus necesidades. ¿Hay un rincón donde la luz entre distinto al resto de la casa? ¿Existe alguna habitación en la que pases más tiempo con tus invitades? ¿Tienes un espacio de doble altura para colocar un arreglo libre, salvaje y de tallos largos?
Si bien la mesa del comedor es el lugar seguro para colocar flores, también considera que los arreglos no son exclusivamente para lucir en áreas de convivencia social. Puedes terminar y comenzar el día con un toque de color con un arreglo pequeño y personal en tu mesita de noche o motivar tu jornada laboral con algunos arreglos en tu librero o escritorio. Juega con la locación, recuerda que no estamos limitades a mesas o estantes y que incluso el piso o alguna ventana pueden sorprender al ojo.
Un recipiente digno
Darle significado a los objetos que nos rodean, hacerlos parte de la escena, la memoria y la conversación los convierte en protagonistas. Puedes usar desde un clásico jarrón heredado por la familia, una base geométrica y neutra, una forma inusual o abstracta, botellas recicladas, una maceta de cerámica artesanal o un recipiente peculiar rescatado de un bazar.
El escenario dará la pauta al tipo de base que debas usar y viceversa. Si tu arreglo irá al centro de una mesa en donde habrá gente conversando, asegúrate de que la base permita ver los rostros de las personas. Usualmente, para mesas redondas se usan arreglos redondos con vista de 360° y si son mesas rectangulares, en vez de poner una sola base alta, al centro, coloca tres más pequeñas a lo largo de la mesa.
Texturas, color y composición en el diseño floral
Piensa en la opulencia del arreglo y en proporción con el entorno y el recipiente. La textura da profundidad a una composición; hace que sea táctil y atractiva.
Existe una gran diversidad de texturas en la naturaleza y un sinfín de posibilidades para combinarlas. Si se trata de una composición grande, elige texturas y formas distintas entre sí. Si es un arreglo más pequeño, utilizar follaje como textura para que las flores sobresalgan más. La textura afecta el color y siempre considérala en relación con los colores elegidos.
Para iniciarte, los diseños monocromáticos y las combinaciones de colores parecidos son una buena opción. Los colores armoniosos funcionan bien juntos y los complementarios también son una alternativa afortunada. Los colores que contrastan o los que se consideran que no quedan bien juntos son más difíciles de emplear y hay que mezclarlos con follaje y texturas para que funcionen en el interior.
La forma en masa es de origen europeo y puede ser redonda o lineal. Los arreglos lineales son más sueltos y utilizan menos material vegetal. Las formas estructurales o las más simples pueden ser naturales y sueltas o controladas y ordenadas. La forma más popular en la actualidad es una masa de flores un poco suelta, libre y sin mucha simetría. No temas experimentar; en el mundo de las flores y el interiorismo, las mejores soluciones se dan a través de la práctica. Muchas veces la misma flor y la particularidad de su forma pueden ser la inspiración del arreglo completo; no hay una sola composición que funcione para todos los espacios y todas las personas. Cada arreglo refleja la personalidad del espacio y de su creador.
Fuente: Pryke, Paula. 2018 Diseño floral. Editorial Blume.