Por Giselle Maragued
Escasez de agua en México: un problema inminente
Por su clima y localización, México experimenta periodos de escasez de lluvias y épocas húmedas. Sobrevivir a la temporada seca en gran parte del territorio depende de la cantidad de agua que se acumule en los meses en los que llueve y, en los últimos años, la situación se ha vuelto especialmente crítica. En México, lo sabemos, no hay agua.
De acuerdo con el artículo “La sequía que abrasa México, una tragedia predecible y devastadora”, publicado el 24 de abril del 2021 por Micaela Varela, Héctor Guerrero y Teresa De Miguel, en el diario El País, “durante el 2020, las precipitaciones no consiguieron abastecer del todo al conjunto de presas del sistema y ahora, en consecuencia, de las 210 presas más importantes de México, más de la mitad están por debajo del 50 % de su capacidad. Además, 61 de ellas están en estado crítico con menos de un 25 % de agua, especialmente en el norte y centro del país.”
Impacto de la acción humana en la sequía
José Antonio Benjamín Ordoñez-Díaz, director e investigador de Servicios Ambientales y Cambio Climático (SACC AC), señala que las sequías siempre han estado ahí, pero la acción del hombre ha agravado sus consecuencias y empeorado la disponibilidad del agua. La deforestación, la extensión de las superficies urbanizadas y la transformación de terrenos como bosques o humedales en campos dificulta la capacidad de retención de agua. “Cuando cortas un árbol, te estás llevando la mitad de su peso en agua que tenía ese ecosistema”, ejemplifica para dejar claro que, sin vegetación, el agua no se infiltra en los suelos y se evapora más rápido.
¿Cómo ayuda el diseño de paisaje al cuidado del agua?
El diseño de paisaje juega un rol muy importante en las ciudades, no solo en su consumo hídrico, también en la colección e infiltración. Mediante un diseño, instalación, gestión y mantenimiento eficientes del paisaje se obtienen grandes ahorros de agua pero es indispensable cambiar nuestras ideas preconcebidas con respecto a estos.
Innovación desde California: regulaciones para el riego
El gobierno de California, en Estados Unidos, es de los pocos que han implementado regulaciones en el paisaje con acciones específicas para la sequía. De acuerdo a algunos de sus estudios, se estima que la mitad del agua urbana obtenida en dicha entidad se utiliza para el riego de jardines.
Prácticas cotidianas para conservar el paisaje
Sembrar plantas nativas adaptadas al clima de cada región, mejorar las condiciones del suelo, usar y mantener equipos de riego de alta eficiencia y con una programación para satisfacer las necesidades de agua de las plantas, así como fomentar la recolección de agua pluvial y de las aguas grises y recicladas y emplearlas para riego, son algunas de las alternativas que todos podemos llevar a cabo para conservar el agua y seguir disfrutando del paisaje.
Diseñar la arquitectura del paisaje
Al utilizar la vegetación adecuada para cada sitio no solo ganamos servicios ecosistémicos, también ayudamos a la infiltración del agua y a la biodiversidad, utilizando solo una fracción del agua que se destina a un “jardín convencional”. Quienes nos dedicamos a la arquitectura debemos alejarnos de la preconcepción colonialista de que un jardín hermoso solo es posible si cuenta con grandes explanadas de pasto y de que la naturaleza solo se puede apreciar bajo ciertos estándares de belleza como un monocultivo de pasto acompañado por palmeras exóticas y arbustos podados en las formas más antinaturales posibles. Es obsoleto.
Sistemas de riego eficiente
La Organización Mundial de la Salud establece que el consumo adecuado de agua para una persona es de 100 litros al día. Si para regar un jardín de pasto en temporada de estiaje se requieren 10 litros por metro cuadrado de jardín, un área de pasto de 5 x 5 metros cuadrados necesitará 250 litros de agua al día, el equivalente al consumo de agua de 2.5 personas por día. Simplemente no es sustentable.
La importancia de la arquitectura del paisaje urbano
Como gremio solemos defender el uso de materiales de la región, hablamos de lo poético que es emplear métodos constructivos sustentables, de respetar y responder al sitio con nuestra arquitectura, ¿por qué no defender al paisaje? ¿Qué hace al paisaje tan ajeno a nuestra profesión que creemos que estamos cumpliendo con un mínimo necesario de cobertura verde?
Como especialista en arquitectura del paisaje y basándome en las necesidades actuales de nuestro planeta y nuestro país, recomiendo algunas pequeñas acciones al trabajar nuestros proyectos, acompañadas de un trabajo de sensibilización hacia nuestros clientes y así disminuir nuestro consumo de agua como instalar pasto únicamente en áreas públicas y sociales (si es indispensable); usar vegetación nativa, resistente a las condiciones climáticas de la región; Emplear sistemas de riego por goteo; modificar los minutos de riego según la época del año y usar mulch o gravas como cubresuelos.
