In memoriam
Por Víctoria Velamor
Recuerdo perfectamente la primera vez que tuve una clase con ella. Siempre estaba lista para compartir su conocimiento, nunca improvisaba. Llegaba a tiempo y comenzaba a mostrar sus presentaciones llenas de gráficos y textos de su autoría mientras los acompañaba con discursos tan balanceados y bien sustentados que el aula se convertía en una especie de sala de conferencias. En ella se compartía un tema de interés diferente cada día. Sus clases siempre eran llevaderas y con un ritmo afable. Así fueron todas mis clases con la maestra Torres Landa, icono de la escuela de arquitectura de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Nació en León, Guanajuato, en 1962 y se despidió hace apenas unos meses a causa de una enfermedad; a lo largo de toda su vida mostró un gran entusiasmo por la educación, la cultura y la arquitectura; sin embargo, fue su amor hacia los demás lo que marcaría la vida de muchas personas. La mía fue una de ellas.
La formación de una gran maestra
Se graduó como arquitecta en la Universidad La Salle campus Ciudad de México, luego realizó su maestría y doctorado en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) en la que trabajó como profesora investigadora durante 28 años, marcando así el rumbo profesional y la vida de muchos de sus colegas y alumnes.
La maestra Alejandra desarrolló diversos trabajos de investigación. En su tesis doctoral analizó cómo los espacios de enseñanza de las carreras de arquitectura y diseño impactan en el proceso de aprendizaje de les alumnes, así como su desarrollo profesional. Esta intención por dignificar el proceso de aprendizaje de la arquitectura también se vio reflejada en su proyecto de análisis de la metodología de enseñanza en los talleres de diseño arquitectónico en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Esto me motivó a cuestionarme sobre este y otros temas relacionados con mi formación profesional y fue así como más adelante pude trabajar junto con ella en un proyecto de investigación para la actualización de la metodología de diseño de nuestra casa de estudios.
El conocimiento como motor de cambio
Como profesora investigadora de la UAA, Alejandra Torres Landa siempre se interesó por la mejora constante de esta institución. Buscó desarrollar herramientas prácticas de aprendizaje y actualizar el material de estudio y es obra suya el método de diseño que se utiliza en la UAA como base para la enseñanza en el centro del diseño y la construcción de esta misma institución.
Investigación transformadora
Además, su trabajo de investigación fue más allá de publicaciones académicas y acercaba sus temas de estudio a les alumnes. También procuró generar un cambio a través de sus investigaciones, mediante actividades prácticas como talleres y foros. Recuerdo uno de sus talleres de técnica de dibujo en el que se acercó y me dijo “Victoria, dibujas horrible” y ustedes podrán pensar que fue grosera, pero al contrario, para mí fue un alivio reconocerlo. Para mejorar, la maestra me enseñó técnicas de dibujo y se acercaba con frecuencia para ver cómo iba y si tenía alguna duda además de compartirme libros, videos y otras herramientas que me ayudaron.
Legado y reconocimiento
Cuando terminé la licenciatura en arquitectura disfruté trabajar con ella como colega. En este tiempo me di cuenta de que dentro y fuera del aula, Alejandra Torres Landa amaba muchísimo su trabajo y el contexto en el que se desenvolvía. Esta pasión continúa presente entre quienes aprendimos de ella al punto de que actualmente se busca que una de las aulas de la universidad lleve su nombre.
Creo que no sería la arquitecta que soy hoy si no hubiera tenido la suerte de encontrarme y aprender de ella. Incluso me atrevo a ir más allá: no sería la misma persona pues lo que aprendí de la profesora Alejandra más allá de lo profesional.
De ella aprendí que todo se puede hacer con perspicacia, sinceridad, con una sonrisa, mostrando la mejor actitud ante cualquier situación y, sobre todo, con ganas de ver crecer y mejorar a los demás. Sin duda, el conocimiento formal de la arquitectura es importante pero en una carrera tan demandante y competitiva, es más importante saber que hay una persona detrás de las maquetas y los planos, con ganas de que el aprendizaje sea más que una exigencia, una satisfacción.
Agradezco a la vida y sobre todo a ella, a Alejandra Torres Landa, todo lo que me enseñó. Muchas veces me he preguntado porqué personas tan valiosas como ella se despiden de este mundo. Creo que nunca lo entenderé. Sin embargo, como ella nos enseñó, buscaré respuestas a todas las incógnitas con la mejor actitud, con ternura y amor por mi profesión y mi entorno.