En el corazón del Valle de Guadalupe, Baja California, se encuentra Bloodlust Wine Bar, un santuario para disfrutar el vino, la música y la comunidad con arquitectura amorfa inspirada en las gotas de esta bebida.
Juliette Cheanne, Poncho y Yuri Muriedas son las mentes maestras detrás de este singular conjunto que busca generar experiencias a través del espacio, la gastronomía y la música.
“Bloodlust es el medio, no tanto la verbalización del líquido, la moneda de cambio para brindar por la salida y puesta del sol. No es un espacio momentáneo, la temporada en el infierno ya sucedió, Bloodlust es otra capa de entendimiento, por encima del cuerpo, es la tierra misma que permite nacer”, menciona Bloodlust Wine Bar a través de un comunicado.
Su particular estructura proviene de las visiones del ilustrador psicodélico y surrealista Jaime Zuverza, artista visual y músico originario de Austin, Texas. Las ilustraciones fueron traducidas a arquitectura utilizando la técnica de construcción ferrocemento, que al realizarse en capas delgadas, permite flexibilidad y ligereza en los muros.
“ …Para mí, hacer imágenes es más como cavar y cavar hasta llegar al otro lado de la tierra, luego continúo en la misma trayectoria hasta llegar al espacio exterior”, explica Jaime Zuverza.
El conjunto se compone por varias secciones conectadas entre sí por un pasillo exterior. El edificio central está rodeado de pequeñas cúpulas que alojan los sanitarios, el área de servicios y la cocina mientras que el escenario al aire libre está delimitado por tres pilares amorfos.
Bloodlust se ha convertido en el escenario predilecto para DJs, músicos y artistas, los cuales, junto con la extraordinaria arquitectura del lugar, transportan a los visitantes otro mundo en donde el vino y el disfrute reinan.
Redes:
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