El mundo de Mariló Carral nos muestra una armónica convivencia de elementos coloridos plasmados en diferentes medios artísticos así como la integración de detalles artesanales en objetos de uso cotidiano como sillas o piezas de joyería.
Cuatro décadas de un lenguaje artístico vanguardista
Con una trayectoria de más de 40 años, Carral ha consolidado un lenguaje propio que va más allá de un estilo con el que nos invita a reflexionar sobre el fluir constante de la naturaleza. Su marca personal son los colores vibrantes que transforma en formas abstractas que evocan emociones tangibles y ha trascendido de la pintura a los objetos artesanales, además de generar un discurso que explora el maximalismo a través de sus diferentes técnicas.
Del lienzo a las cajas de devoción
La explosión de color que expresa Mariló va desde la conexión que tiene con la pintura –en la que reflexiona sobre paisajes y naturaleza a través de la abstracción– hasta la transformación de materiales que resultan en cajas detalladas en las que plasma altares miniatura, explorando el arte sacro desde una perspectiva artesanal y discursiva.
Junto a esto, Carral también retoma elementos del diseño popular como las sillas Acapulco que se hicieran famosas en la década de 1950 en el puerto guerrerense. Mariló Carral las emplea como lienzo en el que expresa nuevas formas y abstracciones inspirándose en sus explosivas y coloridas pinturas.
Su estudio “Galería Carral” es un espacio lleno de luz y colores vibrantes, hogar de pinturas, cajas de devoción, sillas y joyas creadas por la artista ubicado en la fábrica La Aurora, en San Miguel de Allende, Guanajuato.
IG: @marilocarral