Los Colados» es una serie de piezas de diseño de muebles de la oficina LOCUS con sede en la Ciudad de México en colaboración con Muebles de Concreto. La exploración material inherente a este diseño tiene como objetivo fomentar la conciencia ambiental sobre la escasez de materias primas, lo que obliga a una reevaluación de los métodos de producción en el diseño y la arquitectura.
En una era en la que las materias primas son cada vez más escasas, independientemente de su origen o naturaleza, el acto de crear nuevos objetos se convierte en una tarea especialmente convincente. Los rápidos cambios climáticos, económicos y sociales nos obligan a reconsiderar cómo utilizamos las materias primas.
El concreto, considerado uno de los materiales más utilizados a nivel mundial, representa un importante desafío medioambiental en términos de cambio climático. La extensa extracción de arena (6 mil millones de toneladas anuales) y las emisiones de gases de efecto invernadero durante su producción (que constituyen el 7% de las emisiones globales de CO2) lo posicionan como una importante fuente de contaminación.
Esto subraya la necesidad de reimaginar sus aplicaciones, especialmente considerando los desechos plásticos como una fuente futura de desechos y una reserva potencial de materiales dignos de valorización.
Lávate las manos sobre los residuos que producimos, Locus
El concepto surge de una preocupación personal por la rapidez de producción y los procesos sin recirculación, lo que lleva a una constante reconsideración de la reutilización de los residuos plásticos.
Situada en la Ciudad de México, –una de las ciudades más grandes y pródigas del mundo– la oficina tiene como objetivo proponer soluciones que reutilicen los innumerables restos de productos industriales no utilizados, rotos, abandonados u obsoletos. El material que compone esta pieza comprende restos de refrigeradores, botellas de plástico, platos y carcasas de computadoras, concebidos como materias primas transformadoras.
El viaje de diseño de esta pieza comenzó con un minucioso análisis e inventario de los recursos disponibles en nuestro entorno. Recolectamos chips de teléfonos y fragmentos de botellas, mezclando ingeniosamente estos artículos de plástico triturados con concreto. Este enfoque innovador no sólo sustituye los agregados tradicionales del terrazo, como el mármol o las piedras, sino que también ofrece un doble beneficio: reducir la cantidad de residuos plásticos y proporcionar una alternativa a los materiales que se extraen del suelo.
Fotos: Armando Juárez
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